miércoles, 1 de febrero de 2012

NO HAY SILENCIO QUE NO TERMINE

 
Esta novela escrita por la política colombiana Ingrid Betancourt es impactante.
Ingrid Betancourt  fue secuestrada en 2002 junto a una de sus compañeras de partido Clara Rojas y estuvo en poder de las FARC durante 6 años, 4 meses y 9 días en la selva de Colombia.

Imaginemos por un momento lo que podría suponer para cualquiera de nosotros, ciudadanos de a pie acostumbrados a vivir en las ciudades y pueblos de nuestros países desarrollados ,el pasar a vivir como animales en una selva perdida, dura, fría, húmeda; donde solo pudieramos relacionarnos con nuestros captores que obviamente nos odian y con otros secuestrados muchos de ellos y debido al largo tiempo en cautiverio con serios problemas de salud física y mental.

Es un relato sobrecogedor y una experiencia de vida aterradora, pero lo mas inusual es que la autora escribe desde el perdón y la serenidad; no muestra ira o resentimiento exacerbado hacia sus secuestradores.
El trato recibido por ella y el resto de personas secuestradas es brutal.
La descripción de los maltratos vejatorios recibidos esta expresada de una manera dura, directa , no se ha parado a buscar las palabras, se nota que la salen de dentro  y en ocasiones  te hace cerrar los ojos y viajar a esas profundidades de la selva, a esas noches oscuras, a esas caminatas interminables...........Es un relato que te engancha y te hace revivir sus malos momentos dejándote un sabor amargo en la boca de impotencia ante tanta injusticia gratuita.

No es una lectura para quien quiera pasar un rato divertido;
hay capítulos desagradables pero tremendamente aleccionadores,
es como hacer un viaje hacia nuestro interior intentando sondear que haríamos en una situación así, si  soportaríamos todo sin hundirnos, si nos convertiríamos en delatores de los otros prisioneros para sobrevivir en mejores condiciones.....
Quien sabe ante una prueba tan dura como sería nuestro comportamiento y si saldríamos de allí pudiendo llevar la cabeza alta y la conciencia tranquila.
 



"Encadenada del cuello a un árbol, desposeída de toda libertad, la de moverse, sentarse o pararse, hablar o callar, la de comer o beber y aun la mas elemental de todas, la de aliviarse del cuerpo....entendí --pero me tomó muchos años hacerlo-- que uno guarda a pesar de todo la más valiosa de las libertades, la que nadie le puede arrebatar a uno:aquella de decidir quién uno quiere ser."                                  

  Fragmento extraído "No hay silencio que no termine"

3 comentarios:

  1. lo voy a apuntar en mi lista de libros por leer :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te gustara,esta escrito de una manera que poca gente que haya sufrido una experiencia asi podria hacerlo.
      Enseña mucho sobre como comportarse y que valores deberian imperar en nuestras sociedades en vez de los que ahora estan presentes.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar