Si tuviera oficio y maña mi deseada profesión sería novelista o poeta pero tengo que ser realista y declarar que soy mas buena leyendo a otros que creando mis propias historias o versos.
Pero una manía que me acucia ultimamente es definir momentos con solo unas palabras, me engancha el hecho de sorprender a alguien que me pregunta el típico:
-¿Cómo te va la vida?
Con un -"Misteriosamente sobreviviendo" o -"Mirando al futuro con ganas".
No sé, llamarme loca pero suena mejor que el consabido y repetitivo: -"Bien" de toda la vida.
Con las palabras estoy viviendo una revolución en este momento y es que si soy de las que me devano la cabeza por hacer comidas diferentes y originales cada semana también quiero innovación y riqueza en mi vida lingüística.
Pues eso, os lo propongo como nuevo propósito para este ya cercano nuevo año 2016, hagamos del lenguaje un arma, un accesorio bonito para nuestra alma.
Todos a nuestro alrededor lo agradeceran y lo copiaran...comencemos una revolución de verdad interesante.
(Como se me nota que soy mas de letras que de números.).
Noe.
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