lunes, 6 de octubre de 2014

PELIGRO CON LAS REDES

Un maravilloso articulo de Enma Riverola

En la galería

«Puesta de sol en…», «Fantástica paella en…», «Memorable gintónic en…» Proliferan en las redes sociales publicaciones que documentan nuestro paso por el día. A veces, frivolidades. Otras, menciones a la vida profesional o intelectual. Exponemos en la galería pública los lugares físicos y emocionales que habitamos. Conversamos a través de aplicaciones que desvelan los horarios de nuestra actividad. El interés por compartir, la diversión, la gratuidad, la vanidad o la necesidad de compañía se han aliado en distintas dosis según cada cual y nos han conducido a ceder buena parte de nuestra intimidad hasta unos límites que tan solo hace una década nos hubieran parecido inverosímiles.
Las redes sociales actúan como un foco sobre nuestra privacidad. Interesante instrumento o arma peligrosa, depende de quién las maneja. En manos de una personalidad controladora, los efectos pueden ser perniciosos. Las consecuencias para quienes sufren su constante y obsesivo examen, devastadoras. En el marco de la violencia machista, el daño está claro. Cada vez más adolescentes acuden a centros de atención para mujeres maltratadas, asfixiadas por la acosadora vigilancia de los que dicen amarlas. Pero el control puede escapar al ámbito familiar para extenderse a todo tipo de relaciones. Incluso, profesionales. La información vertida -no siempre por nosotros- se extiende como la pólvora. Nos mostramos, pero no sabemos a quién.

No hay comentarios:

Publicar un comentario