jueves, 24 de mayo de 2012

HISTORIA DE UNA ELFA



Pertenezco a la antigua raza de los elfos de la luz, raza amante de la música, la danza, la poesía y las artes.

Mi nombre es Ariadne de la familia de magos Arwenly quienes me transmitieron este noble y complejo oficio desde mi más tierna infancia.
Habitaba hace algun tiempo en mi pueblo, Norindel, en el retirado bosque de la provincia de Naïlo. Allí vive aún mi familia que ansía mi vuelta al hogar y con quienes mantengo el contacto en la distancia gracias a los mensajes enviados en sueños.

Abandoné Norindel después de la visita de Lureddin, un elfo oscuro renegado de su pueblo por no ser como ellos (malignos, viles y traicioneros).
Su sueño era llegar a ser libre y explorar el mundo hasta sus mas alejados confines, vivir aventuras que lo llevaran muy lejos de las tinieblas de su pueblo las cuales tuvo que soportar desde que nació.
Nos enamoramos  y decidimos vivir una aventura épica viajando a través del mundo, dejando nuestros cuerpos y espíritus libres como los pájaros que surcan los inmensos cielos.

Nuestro sueño duro pocos meses pues Lureddin fue asesinado por una horda de drows que venían en su búsqueda desde su fuga; yo logre sobrevivir al ataque pues en ese mismo momento me encontraba rastreando el mejor camino para traspasar una cadena de toscas montañas.
No pude hacer nada para protegerlo y desde entonces decidí seguir adelante con nuestro sueño, explorar el mundo y vivir mil y una aventuras. Hacerlo por los dos.

Desde ese momento somos dos espíritus en un mismo cuerpo, mis sentido recogen las sensaciones y emociones del camino recorrido y se trasladan a su aura la cual siempre me acompaña, me guía y me protege.

Nunca me he sentido sola.

Por él seguiré viajando hasta que no nos quede ni el mas remoto lugar por vivitar y solo entonces regresare a mi hogar y esperare el momento para ir a reunirme con él.

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