viernes, 27 de abril de 2012

EL VERDADERO AMIGO


Para este fin de semana una lección de vida.
Los amigos verdaderos, ¿Quién es capaz de ver lo bueno y lo malo de nosotros mismos y aún así querernos sin mas?. Solo ellos.

 

 El verdadero amigo


El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía:

"Cachorritos en venta".

Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando:

- ¿Cuál es el precio de los perritos?

El dueño contestó:

- Entre $30 y $50.

El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas:

- Sólo tengo $2.37... ¿puedo verlos?.

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba.

- ¿Qué le pasa a ese perrito?, preguntó.

El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida. El niñito se emocionó mucho y exclamó:

- ¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!.

Y el hombre replicó:

- No, tú no vas a comprar ese cachorro. Si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo.

Y el niñito se disgustó y mirando directo a los ojos del hombre le dijo:

- Yo no quiero que usted me lo regale. Él vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo.

El hombre contestó:

- Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. El nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos.

El niñito se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo:

- Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda.

El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas... sonrió y dijo:

- Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú.

En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente.

Un verdadero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido.


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