Les estabamos esperando en el aeropuerto unas 30 o 40 personas para darles la sorpresa a su llegada de Holanda donde residen.
De ahí nos montamos todos en autobus y diversos coches para ir a Venta del Moro a un albergue para hacer allí una actividad de riesgo....
Rafting.
Despues cena en el albergue y fiesta en el pueblo hasta altas horas de la madrugada.
El despertar del día despues fue peor por las caras de sueño y cansancio pero ya todos deseando la llegada de la boda la semana que viene.
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